(Esto no es un hechizo. Es un ritual mágico pensado para devolver energía a la tierra. Puede utilizarlo, o no, según desee.)
No encienda velas. No queme incienso. Vaya al campo a realizar este hechizo, a un lugar lejano de las moradas de los humanos. Si eso es imposible, lleve a cabo este rito en su lugar para hacer la magia.
Allí, tenga preparada una planta en una maceta o cuatro piedras planas. (No use cristal de cuarzo extraído de una mina.)
Siéntese en el suelo. Ponga las manos en la tierra que tiene debajo (o en la planta o las piedras, si está en el interior). Visualice la Tierra desde el espacio como una esfera albiazul de energía totalmente positiva, completa, sana. Siéntala como si se tratara de un organismo vivo.
Cuando ya esté a punto, diga estas o similares palabras:
Puros son las cavernas y los llanos;
Puros son las colinas y el césped;
Puros son los vientos y los cielos;
Puros son los lagos y los riachuelos;
Puras son las nubes y las lluvias;
Puros son los bosques y los árboles;
Puros son los profundos valles;
Puras son las bahías y los mares.
Renueve su visualización y empiece de nuevo:
Puros son los pájaros que vuelan;
Puros son los perros y los murciélagos;
Puros son los peces y las ballenas;
Puros son las liebres y los gatos;
Puras son las lechuzas y las serpientes;
Puros son los ciervos y los venados;
Puros son los lagartos;
Puras son todas las criaturas que están aquí,
Una vez más, vuelva a visualizar. Sienta la tierra. Bloquee todas las visiones de los estragos a los que nuestra especie ha sometido al planeta. Vea a la tierra como a un ser entero, fuerte. Entonces diga éstas o las palabras que le lleguen a la mente:
Así como yo recibo tu energía, recibe ahora la mía.
Libere su poder personal a través de las palmas de las manos en la tierra (o en la planta o las piedras).
Envíelo suavemente en forma de espiral a nuestro planeta, prestándole la fuerza para que sobreviva.
Entréguese con gusto unos instantes, mientras visualiza el brillante planeta azul flotando en el espacio.
Pasados unos momentos, finalice el ritual levantando sus manos y poniéndose de pie. (Si lleva a cabo este ritual en el interior, coloque las piedras o la planta en el suelo exterior, para permitirle absorber la energía a la tierra.)
Ya está hecho.