Como hemos visto, el agua es el elemento del amor. Por eso, qué puede ser más natural que hacerle formar parte de un matrimonio informal.

Este antiguo rito es conocido como la Promesa del Agua. Aquellos que se encuentran en sintonía con los elementos puede que deseen llevar a cabo un ritual como éste.

Antiguamente, se creía que estas Promesas del Agua hacían a la pareja indivisible, tan unidos como en una boda. Hoy en día los vemos como métodos, para incrementar el amor. De ese modo, la Promesa del Agua es tanto un ritual de unión como un ritual de amor.

Puede ser realizado por nuevas parejas o con el objeto de confirmar promesas anteriores. En cualquier caso, las personas implicadas deben armonizarse con el agua (por cualquier método efectivo) y después empezar.

Ésta es la forma: encuentre un manantial o un pequeño arroyo.

Colóquese en una de las orillas; su amada/o en la otra. Deberán estrecharse las manos por encima del agua. Digan juntos:

Agua que fluye, da fe de este acto: nuestras manos están unidas; hacemos este pactó.

¡Os deseo la mayor fortuna a los dos!